«Se puede decir que nací entre plantas medicinales. Soy hijo de payés, y en mi casa se utilizaban las plantas no solo para tratar a los miembros de la familia, sino también al ganado. Conozco las plantas desde pequeño, pero se trataba de un interés que en mí estuvo dormido, en hibernación, durante treinta años, hasta que, por mi oficio de archivero, al descubrir y estar en contacto con textos antiguos que me parecieron cargados de vitalidad e interés, empecé a editarlos para poderlos ofrecer a las personas como una aportación a la medicina natural», contaba en una reciente entrevista a La Vanguardia.
Hierbas medicinales
¿Qué remedios naturales podemos seguir usando?
Le pedimos ahora que nos ayude a elaborar una selección de los remedios naturales más útiles y beneficiosos para remediar los males físicos y anímicos del día.
Para el cansancio
Hipérico
El hipérico es un gran tónico. Según Fray Valentí, podemos hacer con él una infusión y tomarla durante quince o veinte días. Aparte de estar indicado para el cansancio, también lo está para la apatía y para superar el síndrome posvacacional
Para el dolor de muelas
Beleño negro
El beleño negro, o ‘herba queixalera’, en catalán, que es un narcótico natural y atenúa el dolor.
Para el resfriado
Serpol y mirto
El serpol o hierbaluna, o bien el mirto, cuyas hojas ayudan a licuar la mucosidad y a aligerar el sistema respiratorio son un remedio natural de cara al invierno para prevenir y tratar los posibles resfriados.
Para las contracturas
Árnica o hipérico
La árnica. Ponemos sus hojas a macerar en alcohol o en aceite a sol y serena durante una lunación −cuarenta días−. Obtenemos así su principio activo, que podemos aplicar directamente sobre la piel. El hipérico también puede servir.
Para dormir mejor
Lúpulo y lavanda
Existe un remedio de los antiguos frailes que no tiene ninguna contraindicación y consiste en rellenar la almohada con cápsulas de lúpulo o espigas de lavanda. El lúpulo y la lavanda desprenden un aroma que ayuda al organismo a descansar de una forma nada agresiva. Antaño, esto se hacía en la enfermería de los conventos para que los pacientes durmieran mejor y se recuperaran más fácilmente.
Para las picaduras de mosquito
Santolina o ruda
Un buen repelente puede ser la santolina, o la ruda. Ambas tienen un olor fuerte, pero funcionan muy bien.
Para desinfectar una herida
Usnea
La usnea o barba de bosque. De notables propiedades antibióticas y cicatrizantes, los frailes solían usarla para desinfectar y secar heridas y grietas producidas por el frío, especialmente en los talones y los dedos de los pies.
Para el dolor de barriga
Verbena
La verbena o hierba de San Benito se puede encontrar en bosques de robles y encinas. Su raíz se usa para aliviar el dolor de barriga y para preparar licores digestivos.
Para la retención de líquidos y como depurativo
Apio
El apio. Tiene grandes propiedades mineralizantes, vitamínicas, y depurativas. Su ingesta es útil para combatir el reumatismo, y contribuye a mejorar el tránsito intestinal, siendo muy recomendable para las personas que sufren retenciones de líquido, así como las que desean mejorar sus niveles de colesterol.
Para el dolor de cabeza intenso
Hojas de granado, vinagre y aguamiel
En el libro de Fray Valentí se describe un cataplasma elaborado con extracto de hojas de granado, vinagre y aguamiel. El vinagre tiene propiedades refrescantes y forma parte de muchos remedios de la tradición popular.