Se dicen muchas cosas sobre la ayahuasca, pero en lo que todos coinciden es que se trata de una experiencia difícil de igualar, ¿estás pensando en probarla?  

¿La ayahuasca y sus peligros? Sus defensores dicen es más que una droga, y quienes la han consumido aseguran que realmente se trata de una medicina ancestral que ayuda a superar traumas y depresión  —entre otros achaques emocionales— y que más allá de sus efectos lisérgicos, funciona como una auténtica terapia. Lo que sí es un hecho, es que esta bebida mística originaria del Amazonas también se ha convertido en una opción recreativa que hoy en día está muy de boga entre los espíritus aventureros y curiosos. ¿Vale la pena llevar a cabo la misteriosa ceremonia de iniciación a la sustancia, también llamado retiro de ayahuasca? De la mano de Diego Chamlati, un experto “yaguero” (como se le conoce coloquialmente al usuario frecuente del brebaje), te decimos qué efectos y las implicaciones que conlleva el uso de la ayahuasca.

¿Qué es la ayahuasca y qué peligros corro si la uso?

Ayahuasca quiere decir “viña del alma” o “viña de la muerte” en un dialecto indígena andino llamado quechua. En 2014, cuando el consumo de la sustancia aún no era considerado como algo común en occidente, un joven británico de 19 años llamado Henry Miller —sí, como el polémico y atormentado escritor estadounidense, pero sin su aguante— falleció durante un ritual de ingestión de ayahuasca en Colombia. Según los expertos, se trató de un caso aislado, y el uso del yagé, nixi pae, kamarampi, bejuco del alma o marirí (como también se le conoce a la ayahuasca) no implica mayores riesgos sabiendo utilizarla. 

¿Es una droga?

Si nos ceñimos a que la OMS establece que una droga es “cualquiera sustancia que provoque una alteración del funcionamiento natural del sistema nervioso central del organismo y que, además es susceptible de crear adicción”, digamos que sí es una droga, pero no en el sentido estricto —y nos deja un poco a medias la definición—, ya que si bien la ayahuasca provoca una alteración importante en la percepción y en el funcionamiento del mencionado sistema neuronal, la ciencia y la experiencia no han demostrado que cause adicción. No, no causa dependencia como algunas de las sustancias y drogas más adictivas. Los consumidores y expertos aseguran que se trata más bien de una medicina natural que causa efectos positivos (aunque sí, altera la consciencia) en el individuo que vive la experiencia. “La ayahuasca viene de la selva, no es como el peyote u otras medicinas que se recolectan; para preparar el brebaje, es necesaria la intervención humana, y ésa es su primera particularidad”, asegura Diego Chamlati, el experto entrevistado. La ayahuasca se prepara a partir de la corteza de una planta selvática (Banisteriopsis caapi) y de las hojas de cierto arbusto (Psychotria viridis). La dimetiltriptamina es su principal componente, y se trata de una sustancia alcaloide calificada por la medicina como sicotrópica. Este activo hizo que se reabriera la investigación de las sustancias sicodélicas en Estados Unidos hace algunos años, incluyendo en el estudio a la mezcalina, el activo del peyote y al LSD. La ayahuasca está calificada también dentro de la categoría de sustancias sicodélicas, por sus efectos neurobiológicos (sí, te pondrá a ver visiones). 

La ayahuasca y la moda del turismo espiritual

“No hay que olvidar que en una dinámica de mercado, las cuestiones rituales o sagradas que los pueblos antiguos utilizan para sanación o para conectarse entre sí, llegan a nosotros y se convierten en un producto mercantil y en ese ‘turismo espiritual’ tan en boga”, asegura el entrevistado sobre la tendencia a vivir la experiencia más allá de las implicaciones culturales, y como una moda o práctica más bien social y de apropiación (como cuando Los Beatles se sintieron hindús o cuando Paris Hilton le besó la panza a una mexicana para sentirse local…).

El costo

Vivir la experiencia de la ayahuasca varía de los 1,500 a los 6,000 pesos mexicanos, e incluye el retiro y la asesoría de un chamán citadino o un facilitador (el guía). El costo puede elevarse hasta unas 7 u 8 veces más, en caso de que se quiera vivir de forma más auténtica el viaje y contactar a un experto para viajar a alguna región de la selva amazónica real. “Vivir la experiencia de forma más genuina, es hacerlo a través de un ‘taia’ o ‘gran sabio’. Yo he vivido la experiencia con uno de estos guías en la comunidad Cofán en Putumayo, Colombia. Cuando se cocina el brebaje, el taia reza para resolver problemas y tener visiones poderosas”, afirma Chamlati. 

¿Es para ti la ayahuasca?

“La ayahuasca no es para todos, es una experiencia muy fuerte, hay que tener una intención clara de porqué queremos someter el cuerpo y el alma a una sustancia tan compleja. Sí, se vale probar tan sólo por curiosidad, claro que sí, pero se debe tener preferentemente una intención”, asegura el entrevistado. “No se debe separar la experiencia de la tradición indígena, aunque a partir de la dinámica de comercialización hipster, se le ha faltado completamente el respeto a la parte mística”, asegura el entrevistado. Y no, no importa tu edad, desde los 18 a la edad madura se vale experimentar un retiro de ayahuasca (aunque Chamlati asegura que ha visto cómo menores de edad la utilizan). Según el experto, la principal contraindicación es no querer tomarla y hacerlo bajo presión. Además, según estudios médicos, si estás tomando anti-depresivos y tienes herencia de problemas sicológicos como esquizofrenia, no debes arriesgarte.

¿En México, dónde se puede acceder a la experiencia?

“De los países no amazónicos, México es la nación más asidua a la práctica”, revela el investigador, y asegura que la zona es muy visitada por  integrantes de tribus de Colombia, Brasil, Ecuador y Perú, que se dedican a hacer giras desde Ciudad Juárez hasta Playa del Carmen, y que ya hay un mercado muy grande en México. “La forma más fácil de acceder es buscar en redes sociales dónde se puede llevar a cabo el ritual. Lo recomendable para saber si son ofertas auténticas es averiguar si el consumo será con un indígena nativo experto que venga del linaje de la comunidad de taitas y saber de qué región viene. Si no es una persona indígena, será un aprendiz o una facilitador (que se da en el 90% de los casos), pero éste debe estar acreditado y tener experiencia. Por lo general se trata de redes underground, circuitos y contactos que los usuarios van conociendo y así se va corriendo la voz sobre los retiros que valen la pena”, asegura.

¿Tienes que ir a la selva?

No, puedes hacerlo en la ciudad. Si estás en contacto con la naturaleza, mejor, pero fuera del Amazonas, las condiciones nunca van a ser las ideales. “Si vas a la selva lacandona, por ejemplo, quizás se emule un poco la experiencia, pero en el Amazonas es donde habitan los espíritus que los maestros invocan. Se puede tomar en la selva o en un departamento o en la playa,  pero la experiencia será diferente”, asegura el investigador.

¿Con una sola vez que tomas la ayahuasca ya viviste la experiencia?

Absolutamente no. Deben ser unas 10 veces para pensar que ya se vivió la experiencia integral. “Pero si lo tuyo es por curiosidad y como ‘turismo espiritual’ con el afán de conocer cosas nuevas y como usuario de ocasión, con una o dos veces te acercas, te puedes aventar aunque tu intención sea sólo probar”, afirma el entrevistado. “En occidente las dosis a las que tenemos acceso son limitadas, una copa cuando mucho, en la selva toman en exceso y qué tanto ingieres y con que frecuencia, es clave para volverte un experto”, finaliza.

Las secuelas

Es una sustancia fuerte que tiene riesgos comprobables, no tanto para la salud física, pero sí para la mental. Hay personas que quedan con secuelas como crisis de ansiedad y eso sucede cuando quien da la medicina y supervisa la ingesta no tiene la preparación adecuada o cuando te excedes. Los expertos médicos advierten que personas que han abusado de este tipo de drogas (o medicinas) pueden desarrollar cuadros de esquizofrenia

¿Es ilegal?

En México tiene un estatus jurídico bastante ambiguo. La dimetiltriptamina es una sustancia controlada, pero no prohibida ni regulada y no hay un reactivo químico que arroje que se trata de determinada droga. A partir de ahí, es difícil o improbable que te detengan en el Aeropuerto o en la calle si llevas un poco de ayahuasca. “Un maestro lo pasaba por la aduanas en frascos de resina vegetal para pintura artística”, asegura Diego.  Lo que es un hecho, es que en Argentina y Chile sí está muy regulado y sí es un riesgo que lleves contigo la sustancia, y Francia es el único país en el que la ayahuasca está explícitamente prohibida y si te descubren, podrías acabar como el personaje de la película “Expreso de Medianoche” (una de las mejores películas sobre la vida en las prisiones, como ya te dijimos en este listado).

El punto de vista médico…a favor

Varios estudios (entre ellos uno del Departamento de Biología Celular de la UCM y CIBERNED de España) indican que la ayahuasca puede estimular la generación de neuronas y funcionar para tratar padecimientos como el Parkinson y Alzheimer. Sobre secuelas dañinas, no hay datos estadísticos comprobados,

¿Qué se siente?

Los efectos aparecen de 15 a 60 minutos después de su ingesta y duran entre 2 y 6 horas. “No a todo mundo le hace el mismo efecto, hay personas a las que les pega duro, otras a las que sólo les causa un efecto leve y un tanto más (un tercio) que no les provoca absolutamente nada”, asegura el entrevistado. Sus efectos comunes son visiones de patrones de colores, imágenes de animales como jaguares, serpientes o loros. Al efecto se le conoce en al argot del ayahuasca como la “chuma” y al momento más fuerte de las visiones se le llama “pinta”. Si ingieres ayahuasca y las cosas se dan como se supone que deben ser, además de visiones extrañas, podrás visualizar imágenes de tu pasado y recordar cosas que estaban perdidas en tu mente. Se dice (sin que haya pruebas concretas) que la ayahuasca cura varios padecimientos, como el dolor de cuerpo o ciertas enfermedades crónicas. Hay que hacer una dieta previa de azúcar, sal, carnes rojas y alimentos procesados, al menos por tres días, aunque lo mejor es que sea por dos semanas. Sus efectos secundarios negativos más comunes son vómito incontrolable y malestar estomacal fuerte durante algunas horas.

¿Puede arreglar ciertas cosas? 

“Sí, la ayahuasca te puede mostrar la solución de tus problemas, pero no resolverlos por sí sola”, asegura el experto, es probable que esta medicina (no deja de llamarla así durante toda la plática) te muestre dónde has fallado y te diga cuál es tu error y cómo lo puedes resolver. La gente sale de las ceremonia llorando (y vomitando, suponemos) y reconociendo dónde está lo malo en su vida. A nivel emocional, la ayahuasca ayuda bastante al mostrar la raíz del problema y tu papel en el mismo”, asegura el experto. La ayahuasca es una medicina ‘para consentir la vida’, pero detrás de esa frase, hay algo muy profundo que te cambia y te da paz contigo mismo y tus procesos de vida” , finaliza.

El lado oscuro

A las tribus que han usado por siglos la ayahuasca, les han tocado la violencia de guerrilla colombiana y las FARC, por ello, el uso de la sustancia ha sido además de medicinal, usada históricamente como un medio de escapismo. El entrevistado, también nos releva esa parte oscura que hay detrás del uso de la ayahuasca: “Hay tribus de caníbales que también toman ayahuasca y en ese sentido, esa parte de brujería tiene su contexto en las batallas tribales, y en las llamadas guerras chamánicas, gente que se mata entre sí con brujería en pleno Amazonas. Un sabio del ayahuasca es básicamente un brujo y tiene poderes reales y documentados. ¿Si lo trasladamos al contexto citadino se pueden usar esos poderes?, le pregunto: “No, no por que no hay contexto ni los conocimientos necesarios para tener un poder tangible, es un proceso de muchos años, no porque tomes ayahuasca 10 veces ya tendrás poderes. Mi maestro me dice que sabe que nunca podré convertirme en tigre. Los indios de la selva se pueden transformar supuestamente en animales, pero son pocos quienes lo logran eso”, asegura el entrevistado, quien además forma parte del Colectivo Arriba Ñañaco, organización que se dedica a investigar académicamente la ayahuasca y claro, a entrarle parejo.

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