Aprovechan los beneficios de las plantas medicinales

Tú también eres adicta a las infusiones? Nunca faltan en tu cocina y se convierten en tus mejores compañeras en las frescas jornadas de otoño. Pero es que, además de disfrutar su delicioso sabor, puedes aprovechar sus beneficiosas y saludables propiedades, que no son pocas, «Las infusiones pueden ser tan activas como tomar cápsulas, jarabes o gotas, por ejemplo», nos cuenta la farmacéutica Meritxell Martí. Son muy saludables y lo más importante es saber qué es lo que nos pueden ofrecer.

 Precisamente se llaman infusiones porque, como la propia palabra dice, no se deben cocer, sino que hay que añadirlas en agua hirviendo o muy caliente, infusionarlas, dejándolas reposar durante cinco minutos, para después colar y beberlas.

Lo ideal, en opinión de la experta es tomarlas templadas o ligeramente calientes, aunque nada impide a que se puedan beber más frías y elaboradas unas horas antes. «Las infusiones son como la medicina de toda la vida, las que nos recomendaban nuestras madres y abuelas», nos cuenta y nos resume las que son, según su opinión y experiencia, las que considera más saludables. 

infusión de camomila

Infusión de camomila

En opinión de Meritxell Martí, estamos ante la más conocida de las infusiones. Y gran parte de su fama la tienen sus múltiples beneficios. Así, tiene efecto calmante sobre el sistema digestivo, además de efecto relajante, se recomienda cuando nos sentimos resfriados, con tos o con fiebre. Mejora también los calambres menstruales y es muy sencilla de preparar, con las flores de camomila. 

infusión de té verde

Infusión de té verde

Es una de las bebidas antioxidantes por excelencia, pero además ayudará a mejorar la diuresis, y a quemar más calorías, ya que contiene cafeína (en poca cantidad), la necesaria para mejorar la concentración, por lo que será ideal cuando necesitamos estudiar o estar bien concentrados por algún motivo. Evita la retención de líquidos y contribuye a mejorar la sensación de piernas cansadas o hinchadas. Las hojas de té verde frescas son las utilizadas para ello.

infusión de tila

Infusión de flor de tilo

Esta, tal y como nos cuenta la propietaria de la Farmacia Meritxell de Andorra, es ideal para calmar los nervios e inducir el sueño. Se puede combinar con otras, como la camomila. Del mismo modo, se elabora con las flores del árbol del tilo.

hibisco

Infusión de hibisco y schizandra

Esta infusión es ideal como calmante y aporte de vitamina C. Entre sus propiedades, también destacamos que es antioxidante y reequilibrante, por lo que podría ser considerada como la tisana de la belleza, pues mejora el sueño también. Se elabora con la raíz de schizandra y con las flores de hibisco.

jengibre

Infusión de jengibre con limón

Ideal para mejorar las digestiones pesadas, y para evitar el mareo, incluso durante el embarazo. Del mismo modo, también ayuda a prevenir los vómitos por mareo que se producen cuando viajamos en coche o en barco, por ejemplo. Por último, hay que destacar también sus acciones antiinflamatorias, por lo que se puede recomendar para dolores articulares y musculares. No es necesario el limón, pero lo cierto es que, al añadirlo, así como la miel, mejorará también el problema del dolor de garganta. Se elabora con la raíz del jengibre.

infusión de menta

Infusión de menta

Tiene acción antioxidante y antibacteriana. Es muy útil a nivel digestivo para prevenir las náuseas y los calambres abdominales. Va también bien para los gases y ayuda también a mejorar la salud de nuestro sistema respiratorio. 

infusión de roiboos

Infusión de rooibos

Estamos ante la alternativa descafeinada al té. Se elabora con las hojas del arbusto original de Sudáfrica. Es antioxidante, digestivo y antiinflamatorio. Aportan además cierto contenido en minerales como hierro, calcio y potasio.

boldo

Infusión con boldo

Se recomienda sobre todo para personas que tienen el sistema hepático más cargado, o problemas digestivos debido a lento funcionamiento hepático. Es colerético y colagogo, por lo que ayudará a regular el tránsito intestinal. Se elabora con hojas del arbusto del boldo, aunque también se puede usar la corteza del arbusto.

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