La tradición de comer al igual que sus antepasados y el interés de turistas extranjeros llevó a la familia Solís a crear el restaurante «Cuatecomate», en Tepoztlán, donde los comensales pueden disfrutar de la gastronomía artesanal.
Juan Carlos Solís Aranda se encarga de atender el pequeño local y cuenta que esta comida la han aprendido a preparar de generación en generación desde su bisabuela.
Un día, en un puesto que tenía su familia en el interior del mercado municipal de Tepoztlán, preparaban para desayunar tlaltequeadas, elaboradas a base de pinole y chía blanca, cuando a unos turistas les llamó la atención el alimento.
Les explicaron que se trataba de comida prehispánica artesanal, la probaron y les encantó, de ahí surgió la idea de abrir «Cuatecomate».
Señaló que los tepoztecos no suelen comer este tipo de comida; sin embargo, los platillos son muy buscados por turistas, sobre todo los extranjeros.
Cuentan con tlaltequeadas de diferentes sabores, como betabel con pétalos de rosa, flor de jamaica, tallos de apio y avena tostada; de siete semillas y arándano; chapulines con cebolla asada y champiñones; nopales con verdolagas; berros con germinado y hoja de alfalfa.
Otro tipo de comida con la cual pueden consentir a su paladar son huaunzontles revolcados en una cama de amaranto; chile reseco relleno de queso artesanal; así como plátanos con arándano, yuka con pera asada, manzana y coco.
Estos platillos son acompañados con mole de amaranto, xitomamolli (molienda de jitomate) o salsa de cáscara de tuna. Y de bebidas ofrecen agua de zarzamora, guayaba, higo y arándano o limón con hierbabuena y chía.
Desde hace 10 años elaboran y venden comida prehispánica artesanal, aunque originalmente iniciaron en el interior del mercado municipal, hace seis años se encuentran en la explanada municipal, frente a la escuela Escuadrón 201.
Señaló que los precios son accesibles, 25 pesos la pieza con su salsa, o el platillo que les incluye dos piezas a su elección, más arroz, salsa y bebidas por 100 pesos.
