El hombre afroamericano, cuya muerte inspiró una reflexión global sobre la injusticia racial, estará enterrado junto a su madre.

9 junio 2020.-Cientos de personas despidieron hoy a George Floyd, el ciudadano negro cuya muerte a manos de un policía blanco generó protestas contra la brutalidad policial y el racismo en Estados Unidos y en todo el mundo, en una ceremonia religiosa en Houston, la localidad donde creció.

La iglesia de Fountain Praise recibió el ataúd dorado para la última ceremonia pública de despedida de Floyd, cuya muerte a los 46 años desató las movilizaciones más importantes en Estados Unidos desde el asesinato de Martin Luther King Jr. en 1968. Floyd, que tenía 46 años cuando murió, fue sepultado junto a su madre.

Floyd fue despedido por políticos, activistas por los derechos civiles, deportistas y actores acudieron a la iglesia, marcado por los encendidos discursos políticos y la música gospel. El 25 de mayo, el policía Dereck Chauvin de Minneapolis le apretó el cuello con la rodilla durante varios minutos mientras el hombre agonizaba llamando a su madre.

El reverendo Al Sharpton, un activista por los derechos civiles, pronunció el discurso principal de la ceremonia, en el que acusó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de indiferencia frente a la muerte de Floyd, que calificó como «la piedra angular de un movimiento que va a cambiar el mundo».

Sharpton invitó a ponerse de pie a las familias de otros estadounidenses negros muertos en casos de brutalidad policial presentes en el templo y recitó los nombres de Eric Garner, Botham Jean y Michael Brown, entre otros, como ejemplos de un problema institucional que sufre el país.

«Hasta que se sepa que el precio de la vida de un negro es el mismo que la de un blanco vamos a volver a vivir estas situaciones una y otra vez», afirmó el reverendo, que durante su discurso hizo alusión en varias ocasiones a la «maldad en altas esferas», en referencia a Trump.

Ayer, el policía blanco que mató a Floyd enfrentaba en Minneapolis cargos por asesinato en segundo y tercer grado por asfixiarlo. Le fue fijada una fianza de un millón de dólares. La familia de Floyd, que decidió vestir de blanco para la ceremonia y los dolientes se acercaron a los restos y otros se inclinaron colocando la rodilla en el suelo, un signo de protesta contra la brutalidad policial, para homenajearlo.

«Ya basta. Cualquier persona que tenga hijos y que tenga corazón pueden sentir este dolor. Tienen que haber cambios. Todo el mundo tiene que ser tratado igual», dijo Shiara DeLoach una residente de Houston que no pudo asistir a la ceremonia de despedida.

Durante la ceremonia, transmitida por internet, se escucharon gritos nuevamente en demanda de justicia y de reformas sociales. El alcalde de Houston, Sylvester Turner, y el actor Jamie Foxx estuvieron presentes.

El candidato a la Casa Blanca de los demócratas, Joe Biden, participó en la ceremonia con un mensaje grabado desde su casa, donde está recluido por las medidas de confinamiento contra el coronavirus. «Llegó el momento de justicia racial», afirmó.

«Ningún niño debería plantear las preguntas que tantos niños negros han tenido que preguntarse por generaciones: ‘¿Por qué, por qué se fue papá?'», dijo el ex vicepresidente de Barack Obama.

El pastor William Lawson también cargó contra Trump durante el sermón con un aforo limitado a 500 personas para permitir un mayor distanciamiento debido al coronavirus, después de que el lunes cerca de 6 mil personas se acercaran al velatorio.

«Lo primero que tenemos que hacer es limpiar la Casa Blanca», afirmó. «Eso significa que tenemos que ir a votar», dijo Lawson cuando faltan cinco meses para las elecciones presidenciales en las que Trump busca la reelección.

Después de la ceremonia, los restos de Floyd fueron trasladados hasta un cementerio en el sur de Houston donde será enterrado junto a su madre. «Diste una buena pelea, ahora anda a ver a mamá», concluyó el reverendo Sharpton.

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