Mejor conocido como el exconvento de la Natividad, esta construcción es un emblema de Tepoztlán y del estado de Morelos, ya que es una parada imprescindible en la Ruta de los Conventos, declarada Patrimonio de la Humanidad, que abarca otros destinos, como Oaxtepec, Yecapixtla y el Pueblo Mágico de Tlayacapan.

El exconvento fue construido por la orden dominica a mediados del siglo XVI, con ayuda de los indígenas tepoztecos. Sus muros fueron levantados con piedras talladas y unidas con cal, arena y aglutinantes vegetales. Aunque su decoración exterior parece simple, la entrada principal está dedicada a la virgen del Rosario, acompañada por santos, ángeles y querubines, además de los escudos y el perro con antorcha que representa a los frailes dominicos.

En su interior resplandece la belleza de pinturas murales en tonos rojizos, con una antigüedad de casi cinco siglos, que hacen alusión a la virgen María. También, se puede recorrer el claustro, el patio central (con árboles de naranjo que perfuman el entorno) y los pasillos cubiertos con bóvedas de cañón.

En la parte superior, hay un museo de cinco salas para conocer la historia y costumbres de los pueblos que ocuparon Tepoztlán. También hay un centro de investigación, biblioteca, fototeca y un mirador para apreciar el cerro del Tepozteco.

El exconvento de la Natividad se ubica sobre la calle Ignacio Zaragoza, en pleno centro de Tepoztlán.

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