La trombosis es una de las enfermedades cardiovasculares que más preocupa en la actualidad, pero es posible prevenirla a través de algunos hábitos de vida saludable.

Trombos y dieta

La preocupación por sufrir una trombosis se ha disparado en España tras las noticias de que un ínfimo porcentaje de quienes se han vacunado contra la Covid lo han padecido. Mientras que el riesgo de tener un trombo tras una de estas dosis es mínimo —y existe más probabilidad de tener uno si nos contagiamos de la Covid—, estamos descuidando otros factores relacionados con el estilo de vida que nos protegen frente a ellos.

Una trombosis se produce cuando un coágulo obstruye un vaso sanguíneo: «está formado por elementos de la sangre como las plaquetas, los glóbulos rojos y una trama de unión que llamamos fibrina», explica la Fundación Española del Corazón. El mismo organismo recuerda que esta afección se puede prevenir con un hábito de vida saludable: «ejercicio aeróbico diario, una dieta sana mediterránea pobre en grasas animales, sal y, sobre todo, azúcar«.

Muchos de los alimentos que forman la dieta mediterránea son conocidos por tener beneficios directos sobre la salud cardiovascular: las frutas, las verduras, los frutos secos, las legumbres y, por supuesto, el aceite de oliva. Estos alimentos ayudan a mantener unos niveles saludables de colesterol en sangre, pero también existen alimentos específicos que han demostrado ser efectivos evitando la formación de trombos.

  • El ajo
  • La cocina de los países mediterráneos no se entendería sin este producto. Aunque solemos utilizarlo para dar más sabor a ciertas recetas, el ajo es un alimento muy saludable.
  • Son una fuente de varios minerales tales como el yodo, el fósforo y el potasio, según recoge la página de la Fundación Española de la Nutrición (FEN). Una investigación de la Universidad de Hong Kong afirma que el ajo tiene efectos positivos sobre la función endotelial de los vasos sanguíneos.
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  • Cebolla
  • Tal y como pasa con el ajo, siempre hemos considerado a la cebolla como un ingrediente auxiliar para potenciar los sabores o para completar un guiso. Sin embargo, este alimento por sí mismo cuenta con un gran número de beneficios para la salud.
  • La cebolla también nos aporta potasio, pero además contiene vitamina C y flavonoides, ambos conocidos por ser componentes antioxidantes. Esta hortaliza conocida por su capacidad de hacer llorar a cualquiera también ha demostrado ser beneficiosa para las arterias, como se destaca en esta revisión del Manhattan College.
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  • La remolacha
  • Dulce y de un intenso color morado, la remolacha es una hortaliza conocida, pero poco utilizada en la mayoría de nuestras cocinas. Sin embargo, deberíamos acostumbrarnos porque, tal y como dice la FEN, es una buena fuente de fibra y de ácido fólico. Además, apenas tiene calorías: 37 por cada 100 gramos.
  • El periódico La Vanguardia afirma que este vegetal es otro de los mejores que podemos consumir para mantener a raya los trombos. Es un precursor del óxido nítrico, considerado «el vasodilatador más potente en el cuerpo» y una buena ayuda para el mantenimiento de la salud de los vasos sanguíneos.
  • La soja
  • Hace unos años se trataba de un producto muy exótico que llegaba del lejano Oriente. Ahora, sin embargo, es posible encontrar soja y alimentos derivados de ella en cualquier supermercado. Se trata de una legumbre especial porque, al contrario que la mayoría, contiene un buen porcentaje de grasas, que, además, son saludables.
  • La soja es conocida por encontrarse entre los ingredientes de un montón de alimentos con fama de saludables o aptos para vegetarianos y veganos. Sin embargo, los componentes de la soja que nos interesan porque cuidan nuestra salud cardiovascular son las isoflavonas.
  • Los pistachos
  • Incorporar los frutos secos en nuestra dieta diaria siempre es un acierto para mejorar la salud cardiovascular. Contienen una buena proporción de fibra, pero también de grasas cardiosaludables muy importantes para este fin. Según la FEN, los pistachos también destacan por contener una buena cantidad de vitamina E, un potente antioxidante. El consumo habitual de pistachos ha sido relacionado en varias investigaciones científicas con un mejor estado de la presión arterial. Gracias a sus grasas saludables y a su cantidad de fibra también reducen los niveles de colesterol malo en nuestra sangre.
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