Pese a la caída de creyentes religiosos en Japón durante los últimos años, la gran mayoría practica un sincretismo entre el budismo y la religión folclórica que ha permanecido por milenios.
La gran mayoría de los países alrededor del mundo tienen una religión predominante, e incluso de Estado. Mientras que en casi toda América Latina el catolicismo romano es la predominante en la región —ya que fue inculcada desde España y Portugal— existen otras naciones en las que la gran mayoría de su población es simplemente irreligiosa, como lo es Japón.
Sin embargo, aunque una gran parte de su población dejó de seguir plenamente una fe, ya sea por pleno ateísmo o falta de práctica religiosa, la influencia cultural sigue presente tanto en cosas físicas su arquitectura como en el comportamiento social, que incluso influye hasta en decisiones políticas.
El budismo-sintonismo y el catolicismo son las principales religiones de Japón. (AFP) ¿En qué creen los japoneses? Eliminando la parte irreligiosa, que abarca hasta el 62 por ciento de la población, de acuerdo con la encuesta realizada por la televisora pública japonesa NHK en 2018, la mayoría de los japoneses son budistas. Pero existe un sincretismo con la religión tradicional japonesa: el sintonismo.
Es común que la sociedad practique con ambas. Esto sumado a la influencia del confusionismo, la doctrina de vida creada por el filósofo chino Confucio (551-479 antes de nuestra era), que establece un orden social para alcanzar la armonía colectiva con el respeto a las jerarquías y al trabajo personal. Gran parte del pensamiento oriental está implícito por la expansión de la «religión social» que estaba impulsada por el budismo chino.
Mientras que el cristianismo es la tercera religión más practicada y otras como el judaísmo y el islam es plenamente por los residentes extranjeros, y a su vez, se han creado otras religiones teniendo como base el budismo y el sintoísmo, que comenzaron su auge en la segunda parte del Siglo XX. Las altas cifras de población irreligiosa —que es completamente diferente a los ateos—, se deben principalmente a los ritmos de vida en la actualidad.
Sin embargo, tanto el budismo-sintoísmo como el cristianismo han tenido influencia en la cultura japonesa, que va desde la creencia de espíritus hasta la adopción de formato de bodas occidentales. El sincretismo en México Aunque gran parte de los mexicanos practica la religión católica, muchas costumbres religiosas de las épocas prehispánicas se siguen realizando en la actualidad, como el Día de Muertos o la veneración a la Virgen de Guadalupe, que estaría vinculada con Tonantzin, la «diosa madre» de los mexicas.
El sintoísmo comúnmente es asociado a una religión aparte del budismo, aunque están sincretizadas. (Reuters)¿Qué es el sintonismo? Muchos de los santuarios tradicionales japoneses tienen arcos rojos, conocidos como torii, que para los occidentales es comúnmente asociado a las culturas orientales, principalmente de la arquitectura japonesa.
En la tradición sintoísta está asociado a la entrada de los dioses hacia un recinto. El sintonismo es la religión folclórica japonesa, de índole politeísta basada en dioses vinculados a la naturaleza, y que habitan en todas las cosas, sumado a un pesado nexo con los espíritus de sus antepasados.
A diferencia de las actuales religiones, el sintonismo no tiene reglamentos o códigos de conducta estrictos entre sus fieles, aunque se venera el respeto hacia los animales. Sin embargo, muchos de los actuales ritos japoneses provienen del sintoísmo, como la purificación (harae) a la entrada de los templos o la instalación de santuarios (kamidana) dentro de sus hogares para que puedan rezar a ellos; así como los festivales (matsuri), la danza tradicional (kagura) y diversos amuletos contra la mala suerte. Aunque no existe una fecha clara de cuándo se empezó con esta creencia —se estima que existe desde el periodo Yayoi (previo al año 1000 antes de nuestra era)— ya tenía plenamente presencia desde la llegada del budismo en el Siglo V después nuestra era.
Conforme a los siglos, tanto el budismo como el sintoísmo formaron un sincretismo religioso, en que muchos de los devotos de ambas religiones transitan su fe en ambas. Gran parte de la cultura japonesa está basada en estos tipos de fe, sumandos a la influencia del confucionismo. ‘El viaje de Chihiro’, una referencia al sintoísmo La película del emblemático director japonés Hayao Myazaki tiene basada su trama en las tradiciones sintoístas.
Un principal ejemplo está en el viaje de la protagonista Chihiro por el reino de los espíritus. El budismo es la principal religión de Japón, aunque ha dejado de practicarse de forma regular. (AP)¿Cómo llegó budismo a Japón? El budismo, que había nacido en la India en el Siglo IV antes de nuestra era, comenzó expandirse por Asia —principalmente en China y la península de Corea— y llegó al archipiélago nipón principalmente por comerciantes del continente que radicaban en la región.
Su llegada «oficial» sería en el año 552 de nuestra era con cuando el rey Seong de Baekje —hoy, la región de Seúl en Corea del Sur— envió una misión al emperador Kinmei que incluía monjes o monjas budistas junto con una imagen del Buda y varios sutras (los discursos de Siddhartha Gautama) para introducir el budismo. Con el avance de los siglos, los budistas empezaron crear templos, doctrinas religiosas y empezaron a tener una mayor influencia política debido a que era considerada como una religión de Estado, que también derivó en el sincronismo de ambas creencias.
Sin embargo, en los primeros años durante la Restauración Meiji (1862-1912) se impuso desde el gobierno imperial un sentimiento contra el budismo, imponiendo de facto el sintoísmo, separando ambas doctrinas y prohibiendo todas las demás creencias, que derivó en una persecución religiosa contra monjes y fieles.
Los budistas pudieron revalorar su estado dentro del reino, buscando actualizar la creencia religiosa con diversos prospectos del pensamiento occidental de la época, que incluso derivó en el crecimiento del sentimiento nacionalista y su eventual respaldo al imperialismo durante la primera mitad del siglo XX.
Con el fin de la segunda guerra mundial, termina siendo abolido el estado sintoísta y se permite la libertad religiosa. Con el avance de la segunda mitad del Siglo XX y el crecimiento de la población urbana derivada del «Milagro Económico japonés», los budistas empezaron a perder fieles y que orilló a la creación de templos «budistas laicos».
¿Qué es el budismo laico? Es la adopción de las posturas budistas, como la meditación y algunas de las enseñanzas de Buda, por personas que son abiertamente ateas o agnósticas, esto con base a los fundamentos científicos que han sido comprobados. En resumen, personas que simpatizan con la religión aunque no sean plenamente devotos.
Un ejemplo de ello son la adopción del yoga en centros deportivos y el auge de las apps para meditar. El cristianismo en Japón es la tercera religión con más adeptos (AP / Archivo)¿Por qué hay cristianos en Japón? El Papa Francisco viajó a Japón en 2019, una parada poco usual para un sumo pontífice a comparación de otros países más católicos como México, Estados Unidos y gran parte de América Latina y Europa.
A diferencia de la vecina Corea del Sur —donde cerca del 20 por ciento de su población es abiertamente cristiana y la mayoría de índole protestante— el cristianismo en Japón es plenamente más reducido, aunque existen entre 2 y 3 millones de fieles en todo el país, principalmente católicos. La llegada oficial del cristianismo en Japón fue en 1549, con la llegada de los misioneros jesuitas españoles —del mismo clan que el Papa Francisco— patrocinados por el Reino de Portugal en las primeras expediciones europeas en el continente asiático, donde se asentaron en Kagoshima, al extremo sur del país.
El crecimiento del catolicismo en Japón en el siglo XVI, que se expandía en Nagasaki y Kioto, derivó a que el daimio Toyotomi Hideyoshi reunificó Japón se iniciara una persecución religiosa contra los cristianos en 1587 y prohibiendo la religión en 1614, derivando en una creencia clandestina por más de 200 años —donde realizaron prácticas sincréticas—, ya que el budismo-sintoísmo era la religión de Estado y veían como una amenaza la expansión europea en la región ya con la colonización de Filipinas por parte de España y el sur de India con Portugal.
Con el inicio de la Restauración Meiji, se permite la instalación de una iglesia católica en Nagasaki en 1865, exclusivamente para los residentes extranjeros en la recién apertura de Japón al exterior en 1853. Sin embargo, muchos de los que profesaban de forma oculta el cristianismo terminaron acudiendo al templo y derivó en una nueva persecución religiosa.
Tras la protesta de diversos países europeos hacia el cristianismo, el gobierno de Meiji decidió levantar la prohibición con fines de garantizar los intereses comerciales con el resto del mundo, y así se reimplementó el catolicismo en el país, donde muchos que practicaban de forma sincrética finalmente fueron reconocidas como cristianas.
A diferencia de Corea del Sur, en Japón fue más complicado adoptar el cristianismo tanto por cuestiones históricas como el regimiento de las prácticas católicas, que derivaron también que muchas personas terminasen siendo budistas-sintoístas, aunque también se han creados diversas iglesias cristianas y neopentecostales.
Scorsese lo terminó plasmando en el cine La película ‘Silencio’, adaptada de la novela escrita por Shusaku Endo, relata a través de una historia ficticia pero con elementos históricos el momento de la persecución religiosaque siguió a la derrota de la Rebelión de Shimabara en 1637. Aunque existe una versión japonesa, dirigida por Masahiro Shinoda en 1971, la versión de Martin Scorsese de 2016 es la más ubicable para el mundo occidental y la crítica.