16 junio 2020.- En general los quelites proporcionan grandes cantidades de fibra y significativas dosis de vitaminas y minerales, así como recursos fitogenéticos. Generalmente tienen mucha vitamina A y C, útiles para una buena cicatrización, entre otros beneficios; fortalecen los vasos sanguíneos y refuerzan el sistema inmune, reveló un estudio de la UNAM.

En México hay alrededor de 500 quelites. Se comen crudos o ligeramente cocinados en diferentes regiones del país, y tras estudiar tres especies: alache, del Estado de México; chepil, de la región de Oaxaca; y chaya, de la Península de Yucatán, se determinó su efecto sobre el crecimiento y colonización de H. pylori, su adherencia a las células del epitelio gástrico y su efecto sobre la ureasa, enzima que neutraliza a la bacteria.

Durante el Segundo Simposio de Productos Naturales, organizado en la Facultad de Química (FQ), dijo que se realizaron estudios en tres especies de esas plantas tradicionales de nuestro país en cada una se determinó el efecto sobre el crecimiento y colonización de H. pylori, su adherencia a células derivadas del epitelio gástrico y su acción sobre la ureasa, una enzima que le crea un microambiente neutro a la bacteria.

La científica Irma Romero Álvarez del Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina y su equipo, encontraron que todas las especies de quelites “inhiben a la bacteria, incluso mejor que el metronidazol (antibiótico y antiparasitario); pero no sólo detiene su crecimiento, sino que también la matan; es decir, hay un efecto bactericida en los extractos de las tres plantas”.

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