Habitantes de varias colonias, poblados y fraccionamientos de esta capital bloquearon nueve zonas de la ciudad, entre las 7 y las 10 de la mañana de ayer, para exigir el suministro de agua potable, servicio del que, en algunos casos, carecen desde hace tres semanas, debido a que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cortó la energía en los pozos del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (Sapac) por un adeudo.

Exigieron la renuncia de la directora del Sapac, Evelia Flores, y del presidente municipal, José Luis Urióstegui, con el argumento de que no han sido capaces de solucionar este problema y dotar del líquido a los pobladores.

El miércoles, por segundo día consecutivo, Cuernavaca amaneció con cierres viales en las zonas norte y centro, lo que ocasionó caos vial. Los inconformes acusaron que hay ingobernabilidad por parte de las autoridades municipales y las estatales, a cargo del gobernador Cuauhtémoc Blanco.

Los manifestantes colocaron piedras, palos, herrería y lazos en la entrada y la salida de la autopista México-Cuernavaca, a la altura de la glorieta de la Paloma de la Paz.

También obstaculizaron la carretera federal a Tepoztlán, en la vía federal con destino a la Ciudad de México, a la altura de la glorieta de Buena Vista, y las avenidas Domingo Diez y Heroico Colegio Militar, en las inmediaciones de la glorieta de la Paloma de la Paz.

El martes pasado, en esos mismos lugares, habitantes de Chamilpa y Tepetlaxco cerraron las vías de las 7 a las 20 horas en demanda del suministro del líquido; ninguna autoridad atendió su reclamo.

Ayer, las protestas se intensificaron y ahora bloquearon calles en el norte de Cuernavaca, como fue el caso de la avenida Vicente Guerrero. Las protestas en ese sector comenzaron en la mañana.

En el centro de la ciudad, desde las 10 horas impidieron el paso en la avenidas Morelos y Álvaro Obregón y la calle Degollado.

Una vecina del centro de Cuernavaca se quejó de que llevan más de tres semanas sin agua, y han comprado pipas cisterna para abastecerse pero cuestan entre 800 y mil pesos, lo que es insostenible.

La CFE aseguró que el corte de energía en los pozos del Sapac, desde el 15 de febrero, obedece a la falta del pago de 11 millones de pesos por consumo de este año.

Al respecto, el alcalde José Luis Urióstegui declaró que instruyó a Evelia Flores para que demande ante la Procuraduría Federal del Consumidor a la CFE por altos cobros de energía al Sapac.

A las 18 horas el ayuntamiento anunció que ya había abonado 3.5 millones a CFE, y que esperaba, pagar la cantidad restante este jueves, por medio de una transferencia que aprobó el cabildo.

En respuesta la empresa estatal dijo que reactivaría la energía eléctrico en los cinco pozos en los que la había suspendido; después de las 19:30 horas los manifestantes comenzaron a retirar los bloqueos.

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