Para llevar a cabo la Fase 1 del Tren Maya, el gobierno federal derribará más de 11 mil árboles de importancia dentro de la selva maya, entre ellas cinco especies en alguna categoría de riesgo, que talarán para llevar a cabo los tres tramos del proyecto ferroviario, según indica la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto presentado por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

La superficie total que se afectará por el Derecho de Vía (DDV) de la Fase 1 del Tren Maya (F1-TM) es de 2 mil 525 hectáreas, de esa cifra, 606 hectáreas, es decir, 24 por ciento, corresponde a selva maya.

El 16 de junio, tras dar a conocer que presentó la MIA a la Semarnat, Fonatur sostuvo que «el Tren Maya no tiene la obligación de solicitar una autorización ambiental, toda vez que no se trata de una obra nueva, sino de rehabilitación y mantenimiento para mejorar la seguridad operativa». No obstante, Fonatur reconoció en la MIA que debe solicitar la autorización de cambio de uso de suelo para desmontar las comunidades vegetales en los estratos: arbóreo, arbustivo y herbáceo, aunque lo harán después.

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