Los paneles solares de la Central de Abasto, uno de los mercados de alimentos más grandes del mundo, se utilizarán para alimentar los autobuses eléctricos de la Ciudad de México, lo que ayudará a Claudia Sheinbaum a lograr su objetivo de impulsar las energías limpias en el país.
La presidenta Claudia Sheinbaum—que asumió el poder este 1 de octubre— anunció la instalación de una central fotovoltaica en el centro alimentario de 327 hectáreas en 2022, cuando aún era jefa de Gobierno de la capital. Ahora, el extenso complejo alberga miles de paneles solares como parte de un proyecto que consta de dos fases.
La primera fase ya fue terminada, y los paneles de los tejados ya suministran energía a partes específicas de la Central, lo que reduce sus recibos de luz. En la segunda fase, que empezará en enero tras trabajos y pruebas adicionales, la energía se canalizará hacia el sistema de transporte de la capital.
Durante su campaña presidencial, Sheinbaum se comprometió a reforzar las compañías petroleras y eléctricas estatales, además de invertir 13 mil 600 millones de dólares en nuevos proyectos de generación eléctrica, incluidas plantas solares.
En México, solo el 30 por ciento de la energía producida procede de fuentes limpias, lo que sitúa al país a la zaga de sus vecinos brasileños y colombianos, que obtienen más del 80 y casi el 70 por ciento, respectivamente, de su energía de productores ecológicos, según la Administración de Comercio Internacional de Estados Unidos.
Se prevé que los 32 mil 100 módulos fotovoltaicos instalados en la Central de Abasto produzcan 26.5 gigavatios hora de electricidad al año. La energía solar que ya se utiliza en la instalación ha reducido sus facturas de servicios públicos en unos 3 millones de pesos al año.
Con el arranque de la segunda fase, más de 300 autobuses funcionarán con la electricidad que generan los paneles del mercado. Esto ayudará a la capital mexicana a reducir sus emisiones de dióxido de carbono en 13 mil toneladas al año, según el jefe de energía capitalino, José Alberto Valdés.
La dependencia de energía venderá la electricidad a la unidad de transporte y los ingresos serán utilizados por el mercado para reducir sus costos de mantenimiento. Valdés no proporcionó una estimación de los ingresos de las transacciones de energía, ya que todavía se están realizando pruebas, pero dijo que la unidad de transporte espera ahorrar al menos 18 millones de pesos al año.
Los permisos para la empresa solar han sido concedidos en su totalidad, dijo Valdés, añadiendo que tuvo que crearse una nueva entidad para comercializar la energía. Esto allana el camino para ampliar el proyecto y permitir que más edificios gubernamentales instalen paneles y vendan energía a la red.
Tras una inversión inicial de 400 millones de pesos, el gobierno capitalino tuvo que invertir otros 200 millones en el mercado para garantizar que los paneles estuvieran debidamente protegidos contra los desastres naturales, como terremotos.
La Central de Abasto abre a las 4 de la mañana todos los días de la semana y tiene capacidad para 100 mil toneladas de producto, es el principal proveedor al por mayor y al por menor de la CDMX, vendiendo alrededor de mil millones de pesos por día en alimentos.
Aunque otros edificios gubernamentales de Ciudad de México han instalado paneles solares y han visto cómo se reducían drásticamente sus facturas de servicios públicos, muchos departamentos argumentan que no tienen presupuesto para actualizar sus infraestructuras. Para Valdés, es una oportunidad perdida para ahorrar a largo plazo.
“Hay gastos que todos hacemos a nivel común, ¿verdad? Como cambiar de coche o flota y eso te va a costar más de lo que cuesta hacer autónoma tu casa o espacio”, afirma. “La mayoría de las personas no ven sus beneficios porque no son inmediatos. Hace falta cambiar la sensibilidad”.