Las obras de restauración en el templo y antiguo Convento de la Natividad avanzan por etapas; en tanto, el recinto se mantiene abierto para recibir a los visitantes.

El Convento, que se ubica en el centro de Tepoztlán, fue uno de los inmuebles históricos más afectados durante el terremoto ocurrido en Morelos el 19 de septiembre de 2017. Este sitio, tuvo daños severos y a la fecha continúan los trabajos de restauración por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Cabe destacar que en 2021 el Gobierno de Hungría realizó la aportación financiera, como gesto de solidaridad hacia el pueblo de México y Morelos después del sismo. El total de la donación fue de 324 millones de florines húngaros, que corresponde a un aproximado de un millón de dólares. Recurso con el cual se ha trabajado en esta restauración.

El pasado 20 de enero, autoridades de la Secretaría de Cultura Federal, el gobernador de Morelos Cuauhtémoc Blanco Bravo y el Excmo. Sr. Szijjártó Péter, Ministro de Asuntos Exteriores y Comercio Exterior de Hungría, y el Excmo. Sr. Zoltán Németh, embajador de Hungría en México, acudieron a este sitio para supervisar los trabajos y constatar esta labor.

Durante esa visita, develaron una placa conmemorativa por las tareas de restauración de la barda y cruz atrial, así como tres capillas posa, capilla abierta y fachada principal del templo, que forman parte de este ex convento.

De acuerdo con el INAH, la restauración se ha desarrollado en dos etapas, la primera, orientada a la recuperación estructural del inmueble, y la segunda, destinada a la restauración de los bienes muebles asociados al recinto.

La intervención arquitectónica, está a cargo de dos empresas ganadoras de las licitaciones y bajo la supervisión de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos y del Centro INAH Morelos, la cual se ha centrado en la recuperación y conservación de los arcos de acceso del conjunto conventual, las capillas posas 2, 3 y 4, los muros atriales, la capilla abierta, la portada del templo, la cruz atrial y las pilas bautismales.

Se han reparado los caballetes de los muros atriales, así como algunas bardas por medio de inyección y reposición de áreas faltantes.

Respecto a la atención de los bienes muebles asociados al recinto, efectuada por especialistas de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, se intervino la pintura mural plasmada en la barda poniente, las capillas posas, la capilla abierta, la pila bautismal y la portada del templo.

Finalmente, a través de un comunicado se informó que continúan las tareas de restauración, enfocándose en detalles de la capilla posa 4 y en la capilla abierta, en las cuales se realizó un trabajo de reconstrucción. En la primera se hará restitución de faltantes y en la segunda se trabajarán la fachada, las columnas y la techumbre.

Las misas y ceremonias especiales se realizan en una capilla improvisada, a la entrada del conjunto conventual, mientras continúan las labores de restauración. Aún así, las puertas del ex convento están abiertas para los visitantes y turistas, que llegan para conocer este importante sitio histórico construido en el siglo XVI y declarado Patrimonio de la Humanidad.

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