Un estudio realizado entre trabajadores sanitarios en Sudáfrica mostró que la dosis previene en 71% la posibilidad de ser hospitalizado.

La vacuna de Johnson & Johnson contra el COVID-19 ayuda a prevenir la enfermedad grave en personas infectadas con la variante Delta, según un ensayo en el que participaron casi 480 mil trabajadores de la salud en Sudáfrica.

El estudio proporciona la primera prueba a gran escala de que la vacuna de J&J funciona contra la variante dominante, según la codirectora del ensayo Glenda Grey. Probablemente sea más protectora contra la variante Delta que contra la cepa Beta anterior, abundó en una presentación este viernes.

La vacuna de dosis única fue 71 por ciento efectiva para prevenir la hospitalización y hasta 96 por ciento efectiva para evitar la muerte, señaló. También demostró una durabilidad de ocho meses.

“Estos resultados demuestran que todavía no es necesario un refuerzo”, remarcó Gray, quien es presidenta del Consejo de Investigación Médica de Sudáfrica.

Si bien la vacuna de J&J es un elemento clave del plan de vacunación de Sudáfrica, el país suspendió temporalmente su uso en abril después de que Estados Unidos decidiera dejar de administrarla por su relación con casos de coágulos de sangre poco comunes.

Otros datos han planteado dudas sobre la eficacia de la vacuna contra la cepa altamente contagiosa que ha provocado nuevos brotes en países como EU y China.

Un estudio estadounidense publicado el mes pasado mostró que la vacuna de J&J producía niveles relativamente bajos de anticuerpos contra la variante Delta. J&J dijo que ese análisis, que no ha sido publicado en una revista revisada por pares, había examinado solo un aspecto de la protección y no consideraba las respuestas duraderas entre las células inmunitarias estimuladas por la vacuna. Los investigadores de la empresa farmacéutica han dicho que sus propios datos indican que la vacuna neutraliza la variante y que no son necesarias dosis adicionales.

A principios de este año, J&J acordó suministrar hasta 400 millones de vacunas a la Unión Africana hasta fines de 2022, dando un impulso a un continente que está retrasado frente a la mayor parte del mundo en la carrera por la vacunación. El requisito de la vacuna de una sola dosis se considera beneficioso para África, donde la distribución de la vacuna a más de mil millones de personas muy dispersas puede suponer un desafío.

En el estudio, la vacuna se administró a trabajadores de la salud en 120 lugares en zonas urbanas y rurales del 17 de febrero al 17 de mayo.

Entre los pacientes se registraron dos casos del síndrome de trombosis trombocitopenia, un trastorno de la coagulación poco común, y ambos se recuperaron completamente, dijo Gray.

Fuente: El Financiero

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