La espiritualidad y religiosidad son elementos importantes en la vida de los seres humanos de acuerdo con diversos estudios

Un estudio realizado por el Departamento de Sociología de la Universidad Católica de América, con sede en Washington, postuló que la salud mental mejora gracias a la religión y espiritualidad, por lo que estos aspectos podrían ser de utilidad al hacerle frente a un contexto como la pandemia por COVID-19

De acuerdo con la investigación efectuada a finales de 2020, “las personas que mantienen actividades dentro de una comunidad religiosa, muestra un mayor nivel de bienestar” que aquellas que no, afectando positivamente a su sistema inmune.

Respecto a estas investigaciones, el psicólogo Carlos Castro afirmó que “la espiritualidad puede, por medio de emociones positivas tales como la esperanza, la autoestima, el amor y otras beneficiar la salud psíquica, biológica y social, a través de mecanismos de acción psico-neuro-inmunológicos y pisco-fisiológicos”.

Además mencionó que la espiritualidad, o el respaldo de una creencia en estos aspectos puede reducir los síntomas de una depresión y los indices de suicidio, ya que a través de este aprendizaje los pacientes logran generar una resiliencia psicológica a distintos aspectos de su vida.

“Uno de los sustratos psicobiológicos de la resiliencia psicológica es la neuroplasticidad y la psiconeuroinmunología”, añadió.

La doctora Ana María García Martin de Parini, enfocada en temáticas de estrés y salud mental, dijo por su cuenta que “hace más de una década que la investigación científica muestra que el nivel de vida espiritual está directamente relacionado con la salud y la recuperación en general”, lo que postula que la vida de fe “ayuda a disminuir distintas patologías o enfermedades físicas.

“La espiritualidad y la fe comenzaron a ser a través de los años una función biológica más y una medicación más… incluso entre mujeres la asistencia a servicios religiosos más de una vez por semana está asociada a una mortalidad más baja por cáncer o afecciones cardiovasculares, entre otras causas”, detalló.

Si bien estos postulados supondrían para muchos una forma de acercarse a un estilo de vida diferente, es importante señalar los límites entre religiosidad y fanatismo, recordando que este último  es distinto a la espiritualidad.

Como lo advirtió Maribel Rodríguez, psiquiatra brasileña y  profesora de la Universidad San Pablo CEU y de la Universidad Pontificia de Comillas, la relación entre los beneficios de la espiritualidad y la salud pueden ser inversos si se toma esta vía de forma infantil o narcisista, incluso bloqueando el desarrollo del ser.

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