Hay otro tipo de dentistas. Son los odontólogos holísticos, que proponen tratamientos respetuosos, no emplean tóxicos y recurren a las terapias complementarias para cuidar todo el organismo desde la boca.
Quien toca a una flor puede molestar a una estrella». ¿Qué quiso decir Antoine de Saint Exupéry con esta frase de El Principito? Que todo está interconectado. Como soy médica estomatóloga (especialista en la boca), aplicando este principio a nuestro cuerpo, puedo decir que existe una interconexión entre nuestros dientes y nuestras realidades físicas, mentales, biológicas y emocionales.
Este es el punto de partida de la odontología holística, cuya práctica se diferencia radicalmente de la que realiza un dentista convencional. La relación del dentista holístico con su paciente no es un simple «abra la boca». Debe conocer su historia de vida para poder curarle no solo los dientes, sino lo que pueda haber provocado su patología tanto a nivel físico como emocional.
Un dentista holístico entiende que todo problema a nivel bucal o dentario puede ser el signo de un desequilibrio general o bien de una higiene de vida no adecuada. Además, los problemas en la boca pueden generar consecuencias a distancia, en un órgano o en una zona del cuerpo alejados de la boca.
LA ODONTOLOGÍA HOLÍSTICA RECURRE A VARIAS TERAPIAS COMPLEMENTARIAS
En la práctica de la odontología holística, energética o natural cada profesional tiene a su disposición una serie de terapias eficaces para abordar los trastornos. Por ejemplo:
- La terapia neural puede tratar los bloqueos energéticos (debidos a una cicatriz, por ejemplo) con un anestésico muy suave.
- La homeopatía se puede utilizar como tratamiento de fondo para evitar caries en niños.
- Los aceites esenciales son eficaces para tratar aftas, inflamaciones de las encías, sensibilidad al frío y al calor, herpes, etc.
- Plantas como la caléndula o la equinácea en enjuagues son muy útiles para las inflamaciones de las encías y por su efecto cicatrizante.
LOS DIENTES ESTÁN EN RELACIÓN CON TODO EL ORGANISMO
Entre los dientes y el resto del organismo existe una estrecha relación que se remonta a la fase embrionaria. Nuestros dientes vienen de la capa externa del embrión, el ectodermo, al igual que el cerebro y la piel. En la séptima semana de vida intrauterina ya se están formando los dientes de leche. Es una actividad frenética la que se vive en el interior del útero materno. Por eso una situación que pueda afectar a la madre tanto física como emocionalmente puede repercutir, por ejemplo, en la formación de un esmalte defectuoso.
Para el desarrollo y la salud de la dentadura es obviamente imprescindible un aporte de nutrientes correcto durante toda la vida. Con una buena alimentación se genera la energía que sostiene la estructura de la boca. Nos referimos a esa energía que no se ve, pero que está ahí y que los griegos llamaban «pneuma», los hindús, «pana» y los chinos, «chi».
Los dientes son sensores. La medicina china nos dice que esta energía circula por doce canales o meridianos. Cada uno de los dientes se relaciona con un meridiano, por lo que participa en la circulación de la energía y es capaz de captar emociones inconscientes o energías de nuestro entorno. Cuando se producen situaciones de bloqueo o conflicto en estas energías, los dientes pueden expresarlas con la aparición de patologías.
Por lo tanto, el odontólogo holístico, natural o energético intenta comprender la salud del diente y el papel que juega en nuestra salud general. Los 32 dientes definitivos (esta cantidad es igual, por cierto, al número de vértebras) nos hablan de nuestras emociones y de nuestro inconsciente tal como sugiere la psiconeurodontología, otra disciplina que nos aporta sus conocimientos.
La kinesiología también nos ayuda a diagnosticar las alteraciones del «sistema estomatognático» (el conjunto de estructuras que forman parte de cabeza y cuello) y su relación con el resto del cuerpo a través de la información que propocionan las cadenas musculares.
RESPIRACIÓN Y POSICIÓN DE LA LENGUA
Una de las labores principales de cualquier odontólogo holístico es la prevención de las caries y de las malposiciones de dientes y maxilares, que pueden producir un desequilibrio postural en niños y adolescentes (a la larga pueden desarrollar, por ejemplo, una desviación de la columna). Para evitar estos problemas ofrecemos dos consejos importantes:
- Respirar siempre por la nariz para que el desarrollo y el funcionamiento del organismo sea armónico.
- Al tragar la lengua debe situarse en el paladar para evitar las malposiciones de los dientes y de los maxilares.
Estos consejos funcionan como una «ortodoncia funcional», con la que podemos conseguir que los niños crezcan en armonía y sin problemas. Pero si la prótesis ortodóntica se hace inevitable, es importante acompañarla con un tratamiento complementario. Por ejemplo, la osteopatía puede compensar las tensiones que se pueden ejercer en los huesos del cráneo y la columna vertebral.
Otra ayuda es la posturología, especialidad multidisciplinar cuyo objetivo es que el paciente recupere la posición de equilibrio con elementos como plantillas, prismas en las gafas, tratamiento osteopático y dental.
Existen otros problemas frecuentes que pueden ser abordados con sensibilidad y en profundidad. Por ejemplo, la apnea del sueño se puede tratar sin necesidad de tratamientos muy incómodos para el paciente (la opción convencional puede consistir en dormir con una máscara que aumenta la presión del aire). En definitiva, en la odontología holística cada profesional trabaja desde su visión y bagaje para conseguir la restitución del equilibrio perdido.