Recorremos distintas festividades que dieron origen a las fiestas de fin de año, y compartimos ideas para crear tu propio ritual de cierre.
Nuestro Fin de Año, según el calendario gregoriano y a diferencia del hemisferio norte, coincide en cercanía con el solsticio de verano que se produce entre el 20 y 23 de diciembre. El término solsticio viene del latín y significa Sol sistere, «sol que permanece quieto», el astro rey alcanza en este momento su posición más alta en el cielo y tenemos el día más largo del año.
Desde tiempos prehistóricos es la época alegre anual. El frío se aleja, da lugar al nacimiento de nuevas flores, renacen las hierbas de uso medicinal, es momento de adorar al sol, de purificación, de protección y amor.
Por aquellas épocas resultaba más fácil encontrar comida con la llegada de esta estación, los días tienen periodos de luz más amplios y esto permite mayor disfrute y conexión con la naturaleza
A nivel global las explicaciones e interpretaciones de este momento del año han variado en las diversas culturas, pero todas tienen un punto en común: son fiestas y celebraciones relacionadas con los nacimientos, las cosechas, la abundancia y la fertilidad. Veamos algunos ejemplos.
Festividad de Litha
En el hemisferio sur se festeja el 21 de diciembre. En esta fiesta los wiccanos celebran el nacimiento del dios sol, el cual alcanza su máximo poder. Es el comienzo de una época fértil, el momento del año en que todo se renueva, regresa la pasión de los dioses. Es tradición quemar hierbas o encender inciensos de lavanda, manzanilla y rosas; vestir la casa de rojo,naranja, verde, amarillo, blanco; llenar la mesa de frutas frescas de estación, y beber jugos de frutas, cerveza o vino blanco.
Fiestas Earth o Ger
La Navidad nórdica (Earth o Ger) era el momento en el que los frutos de la cosecha se distribuían en la comunidad, una festividad tan bella y generosa que sigue siendo la imagen navideña universal. Odín, el dios nórdico, padre de todo, arrastrado por renos desde el cielo, era el patrono de las recompensas que depositaba bajo los árboles adornados que representaban el conocido Yggdrasil, árbol de la vida. Felizmente esa costumbre no se perdió, se transformó luego en la creencia de Santa Claus (Papá Noel). Los germanos y escandinavos celebraban el 26 de diciembre el nacimiento de Frey, dios nórdico del sol naciente, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol de hoja perenne, que representaba el anteriormente nombrado Yggdrasil o árbol del Universo (Arbol de la Vida en la Cábala).
Roma y la Saturnalia
Los romanos celebraban el 25 de diciembre la fiesta del Natalis Solis Invicti o Nacimiento del Sol Invicto, asociada al nacimiento de Apolo. Esta festividad en honor a Saturno duraba cerca de siete días. Los romanos disponían todos los negocios, guerras, intercambiaban regalos y liberaban temporalmente a sus esclavos. Eran épocas de fiestas, donde se recordaba que «el sol vence a las tinieblas”.
Egipto
El nacimiento del sol estaba relacionado con el rejuvenecer y regenerar. En los templos, los sacerdotes exponían las estatuas a los rayos del sol. Desde los diques se daba paso a la inundación para así fertilizar los campos. Se celebraba una gran fiesta donde se disfrutaban alimentos, música y danzas, las barcas adornadas viajaban por el Nilo con guirnaldas de flores.
Rituales para recibir el Año Nuevo. Recorrido por distintas tradiciones. Solsticio de verano.
Incas: el Cápac Raymi
Los incas celebraban el renacimiento de Inti, la fiesta era llamada Cápac Raymi, la fiesta del sol poderoso. Aquí comenzaba el año y este era el primer mes del calendario inca.
Otros rituales
Siempre a la hora de ritualizar es bueno hacerlo en un espacio especial. En una mesa podés armar un altar con lo que consideres sagrado, muchas veces es bueno representar los cuatro elementos de la naturaleza.
Podemos celebrar el nacimiento del sol encendiendo alguna vela roja o amarilla. También podríamos prender un carbón vegetal (en una sahumadora, o un recipiente resistente al fuego) con alguna hierba encima (lavanda, canela, manzanilla). Si anotamos en un papel los deseos para el año entrante, podemos pasarlo por el humo de estas hierbas para que asciendan al cielo.
- Soltar lo viejo: En una hoja en blanco vamos a escribir todo lo que queremos soltar, todo eso que queremos dejar atrás de este año, pueden ser una o más situaciones. Luego vamos encenderlo con el fuego de las velas y dejarlo quemar en el centro del altar. Tené a mano un cuenco donde puedas dejar quemar ese papel. El fuego es un elemento de la naturaleza que transforma y observamos cómo esas llamas se llevan todo lo que nos pesa y transmutan la energía depositada allí para que podamos comenzar el año limpios, libres y en calma con nosotros mismos. Para finalizar, las cenizas del cuenco podes entregárselas como ofrenda al viento con la intención de que lleguen al sol, también podés dejarlas en la tierra para que sirvan de abono.
Rituales para recibir el Año Nuevo. Recorrido por distintas tradiciones. Solsticio de verano.
- El oráculo del año. Para esto necesitás de alguna amiga o amigo que tenga un Tarot, el libro y las monedas del IChing, runas o cualquier otro oráculo. Es algo que podemos hacer solas o con otras personas: preguntar cómo será la suerte durante el 2018 y dejar que el azar nos brinde esa información.
- Hacer una limpieza energética. Para comenzar el año con la energía renovada, podemos utilizar alguna técnica de limpieza del cuerpo energético con hierbas o el viejo consejo de abuelas: un puñado de sal, vinagre y lavanda en un recipiente con agua, y lo echamos sobre el cuerpo antes de salir de la ducha. ¡Barremos con eso toda impureza!
Por último, para comenzar el 2018 con la energía a tope, elijamos bien dónde estar, vibremos en energía de amor, compañerismo, ayuda mutua, no forcemos situaciones y soltemos lo que no podemos cambiar para recibir lo nuevo livianas, conscientes y comprometidas con el nuevo ciclo vital que el solsticio nos propone. Si es posible, ¡bailemos!
Esperamos que tu año comience con toda la fuerza y el brillo solar.