La llegada del nuevo año invita a la definición de nuevos objetivos y a una sonrisa bonita y saludable debe ser, sin duda, una de ellas, ya que aporta diversos beneficios para la salud y la autoestima, lo que permitirá afrontar los retos con mayor confianza.
Para lograr una sonrisa saludable, hay que tener en cuenta varios aspectos que van más allá de las consultas con un especialista: comienzan con una correcta higiene oral y una alimentación equilibrada a diario. El dentista César Kelly Pimentel, fundador de la clínica TWIST, deja cinco consejos esenciales para quien quiere tener una sonrisa bonita:
1. Cepillarse correctamente los dientes
La salud de los dientes pasa esencialmente por una buena higiene oral, por lo que aplicar una técnica de cepillado correcta es uno de los factores más importantes.
Es fundamental cepillarse los dientes al menos dos veces al día, durante dos minutos, en movimientos circulares y con un ángulo de 45 grados con respecto a la encía, para higienizar todas las caras de los dientes.
Usar hilo dental y cepillarse la lengua son también pasos esenciales. El lavado debe realizarse aproximadamente media hora después de comer, el tiempo necesario para equilibrar el pH oral, es decir, el nivel de acidez de la boca.
Al final, en lugar de enjuagarse con agua, sólo debe eliminar el exceso de pasta dentífrica, dejando el resto en contacto con los dientes, para que pueda actuar como agente reparador y protector de los dientes.
2. Leer etiquetas de los envases
Al ir al supermercado, pocos dedican tiempo a leer las etiquetas, pero éste es también un punto central para una buena salud oral, ya que permite elegir los productos dentífricos más adecuados para cada caso.
El aspecto principal que debe tenerse en cuenta en las pastas dentífricas es la cantidad de flúor: siempre hay que elegir un producto con 1200 ppm de flúor para garantizar la remineralización de los dientes y prevenir las caries.
Las Pastas blanqueadoras, o que contengan carbón activado en su composición, deberán evitarse porque son demasiado abrasivas para los dientes.
Este tipo de pasta debe utilizarse como máximo dos veces a la semana, ya que puede provocar complicaciones como el desgaste del esmalte dental y el empeoramiento de la sensibilidad dental.
3. Tener una alimentación equilibrada
Una alimentación equilibrada es el secreto para mantenerse saludable también en lo que respecta a la salud de la boca. Seguir una alimentación rica en fibras y baja en azúcares aporta grandes beneficios a los dientes y las encías: los alimentos ricos en fibras ayudan a proteger los dientes, eliminando residuos de otros alimentos que permanecen en la superficie dental, mientras que la acumulación de residuos dulces en la boca propicia la aparición de caries.
También deben evitarse las comidas pesadas, especialmente por la noche y para las personas con problemas gástricos, ya que el alto nivel de acidez que se produce en la boca y en el estómago puede dañar el esmalte dental..
4. Consumir dulces sólo en las comidas
Al ser difícil resistir a los dulces, el mejor momento para consumirlos es durante o justo después de las comidas. Así pues, además del azúcar, si se mezcla con otros nutrientes, evitando los picos de insulina en sangre, aumenta el valor para la salud dental.
La ingesta de alimentos ricos en azúcar hace que el pH de la boca disminuya más de lo habitual en una comida baja en azúcares, lo que lo hace más ácido, lo que puede provocar la desmineralización de los dientes y favorecer la aparición de placa bacteriana, que dará lugar a caries.
Al ser consumidos junto con otros alimentos, se vuelven menos agresivos y la boca recupera su pH natural más rápidamente.
5. Tener una manzana o goma de mascar siempre a mano
Cada vez que comemos, se quedan en la superficie dental residuos de los alimentos. Idealmente, debemos cepillarnos los dientes después de ingerirlos, pero no siempre es posible, ya sea porque estamos en el trabajo o en la calle.
Por lo tanto, es importante evitar comer entre comidas y tener siempre a mano chicles sin azúcar o una manzana. Tanto masticar chicle como comer una manzana, que es altamente rica en fibra, ayudan a sacar residuos de otros alimentos de sus dientes, lo que los mantendrá más limpios y, por tanto, más blancos y brillantes.
Estos son los principales cuidados que hay que tener en el día a día para tener una boca sana y bonita. Sin embargo, es importante combinar estos cuidados con visitas regulares al dentista cada seis meses para un control y tratamientos de distartarización, evitando la aparición de caries y otros problemas orales.
3. Tener una alimentación equilibrada
Una alimentación equilibrada es el secreto para mantenerse saludable también en lo que respecta a la salud de la boca. Seguir una alimentación rica en fibras y baja en azúcares aporta grandes beneficios a los dientes y las encías: los alimentos ricos en fibras ayudan a proteger los dientes, eliminando residuos de otros alimentos que permanecen en la superficie dental, mientras que la acumulación de residuos dulces en la boca propicia la aparición de caries.
También deben evitarse las comidas pesadas, especialmente por la noche y para las personas con problemas gástricos, ya que el alto nivel de acidez que se produce en la boca y en el estómago puede dañar el esmalte dental..
4. Consumir dulces sólo en las comidas
Al ser difícil resistir a los dulces, el mejor momento para consumirlos es durante o justo después de las comidas. Así pues, además del azúcar, si se mezcla con otros nutrientes, evitando los picos de insulina en sangre, aumenta el valor para la salud dental.
La ingesta de alimentos ricos en azúcar hace que el pH de la boca disminuya más de lo habitual en una comida baja en azúcares, lo que lo hace más ácido, lo que puede provocar la desmineralización de los dientes y favorecer la aparición de placa bacteriana, que dará lugar a caries.
Al ser consumidos junto con otros alimentos, se vuelven menos agresivos y la boca recupera su pH natural más rápidamente.
5. Tener una manzana o goma de mascar siempre a mano
Cada vez que comemos, se quedan en la superficie dental residuos de los alimentos. Idealmente, debemos cepillarnos los dientes después de ingerirlos, pero no siempre es posible, ya sea porque estamos en el trabajo o en la calle.
Por lo tanto, es importante evitar comer entre comidas y tener siempre a mano chicles sin azúcar o una manzana. Tanto masticar chicle como comer una manzana, que es altamente rica en fibra, ayudan a sacar residuos de otros alimentos de sus dientes, lo que los mantendrá más limpios y, por tanto, más blancos y brillantes.
Estos son los principales cuidados que hay que tener en el día a día para tener una boca sana y bonita. Sin embargo, es importante combinar estos cuidados con visitas regulares al dentista cada seis meses para un control y tratamientos de distartarización, evitando la aparición de caries y otros problemas orales.